La didáctica disparatada o el temor al disparate
Entiendo que las modificaciones que se hacen a algo siempre tienen sus resistencias, y algunas de ellas se reflejan en ridiculizar la experiencia nueva que se propone. Entiendo también que a veces, se nos pasa la mano de creativos y finalmente perdemos el para qué, al actor, al contexto, al tiempo, a los recursos, o a la idiosincracia y terminamos haciendo cosas por el amor a la novedad, o al "chiche" nuevo que hay en el mercado de la ifnormática educativa.
Acabo de encontrar un artículo en EducaRed de Argentina que se llama Didáctica disparatada.
Me pareció sumamente interesante, no porque comparta todas las cosas que diga sino por las alertas que levanta en torno a nuevas metodologías y didácticas en la sala de clases, y también porque hay cosas en las que definitivamente me parece que raya en la resistencia a la innovación.
Luego, cuestiona el tema del rol del docente como faciltiador pues según él "se perdió el sentido del docente como modelo, su lugar inspirador de las propuestas desafiantes, provocativas, su capacidad para dar cuenta de una explicación apasionada o su experticia para reconocer las dificultades de los estudiantes y la ayuda óptima para su resolución". La verdad es que verlo de esa manera es como preguntarse que entiende él por facilitar contenidos.
Su artículo continua con el tema de los contenidos. Estoy sumamente de acuerdo con esto de que al tratar de ser creativos a veces elegimos temas que son "periféricas o marginales", que estan al borde del curriculum, y que por ende, se pierde el foco, el para qué. Pero también creo que efectivamente hay que plantearse preguntas respecto del curriculum, ¿son realmente centrales los contenidos que tenemos en él? De todos modos, concuerdo en que son las materias centrales las que nos debemos avocar por hacer actividades atractivas y creativas.
Otras alertas que me parecieron interesantes, son las de usar material de otros, en tanto, hay que tener claro el contexto y las indicaciones que se dan para hacerlas, pues replicarlas y cambiarlas de contexto, como mandarlas a la casa, a veces no producen el mismo resultado si es que no se acompaña del procesos de reflexión y sistematización de los contenidos. La siguiente, respecto de cuidar la consideración del sentido común, en tanto no sobrevalorarlo, no me parece tanto el enfoque. De hecho, creo que siempre hay que recoger el sentido común pero para cuestoinarlo, observarlo, criticarlo o validarlo, pero de todas maneras recogerlo, después de todo es lo común.
Lo que me dio difintivamente rabia fue el tema de "La risa, el juego, el placer no pueden desvirtuarse, pedagogizarse o generar falsas condiciones para la enseñanza". como si en realidad aprender algo siempre tuviera que ser fome, o sin risa. entiendo y con esta frase que digo yo no pretendo que todo lo tiremos para la chacota o que todo sempre tiene que ser juego o risa, pero hay que entender el juego como los desafíos que se plantean, y en el caso de la educación, el desafío por aprender, el estimular el espíritu. De todos modos, tendrés presente esto, que me parece que es parte del sentido común que se levanta contra la incorporación de juegos o del humor en la educación
En fin, igual me gustó que me diera rabia algunas partes. Provoca el artículo este.
Acabo de encontrar un artículo en EducaRed de Argentina que se llama Didáctica disparatada.
Me pareció sumamente interesante, no porque comparta todas las cosas que diga sino por las alertas que levanta en torno a nuevas metodologías y didácticas en la sala de clases, y también porque hay cosas en las que definitivamente me parece que raya en la resistencia a la innovación.
La partida es excelente:
Un relato de Tishman, Perkins y Jay en su libro: “Un aula para pensar” reconstruye una historia narrada por Ellen Langer en la que cuenta que una madre le enseña a su hija a cocinar carne a la cacerola. Se trata de una carne en la que se le corta, antes de ponerla en el recipiente, un trozo de la punta. Ante la pregunta de la niña respecto de las razones del corte, la madre manifiesta su ignorancia y propone consultar a la abuela que era quien se lo había enseñado. La abuela tampoco conoce las razones y acompaña a su hija y nieta a consultar a la bisabuela. Finalmente, la anciana responde, ante la sorpresa de sus acompañantes, que el motivo es que la cacerola que utiliza es chica… Nos preguntamos en torno a muchas prácticas que se han afianzado con el tiempo por las razones por las que se sostuvieron, no desaparecieron o se modificaron y si, en esos casos, no estaríamos sentando las bases de una didáctica que se apoya sobre bases falsas, no genuinas, sin sentido.
Luego, cuestiona el tema del rol del docente como faciltiador pues según él "se perdió el sentido del docente como modelo, su lugar inspirador de las propuestas desafiantes, provocativas, su capacidad para dar cuenta de una explicación apasionada o su experticia para reconocer las dificultades de los estudiantes y la ayuda óptima para su resolución". La verdad es que verlo de esa manera es como preguntarse que entiende él por facilitar contenidos.
Su artículo continua con el tema de los contenidos. Estoy sumamente de acuerdo con esto de que al tratar de ser creativos a veces elegimos temas que son "periféricas o marginales", que estan al borde del curriculum, y que por ende, se pierde el foco, el para qué. Pero también creo que efectivamente hay que plantearse preguntas respecto del curriculum, ¿son realmente centrales los contenidos que tenemos en él? De todos modos, concuerdo en que son las materias centrales las que nos debemos avocar por hacer actividades atractivas y creativas.
Otras alertas que me parecieron interesantes, son las de usar material de otros, en tanto, hay que tener claro el contexto y las indicaciones que se dan para hacerlas, pues replicarlas y cambiarlas de contexto, como mandarlas a la casa, a veces no producen el mismo resultado si es que no se acompaña del procesos de reflexión y sistematización de los contenidos. La siguiente, respecto de cuidar la consideración del sentido común, en tanto no sobrevalorarlo, no me parece tanto el enfoque. De hecho, creo que siempre hay que recoger el sentido común pero para cuestoinarlo, observarlo, criticarlo o validarlo, pero de todas maneras recogerlo, después de todo es lo común.
Lo que me dio difintivamente rabia fue el tema de "La risa, el juego, el placer no pueden desvirtuarse, pedagogizarse o generar falsas condiciones para la enseñanza". como si en realidad aprender algo siempre tuviera que ser fome, o sin risa. entiendo y con esta frase que digo yo no pretendo que todo lo tiremos para la chacota o que todo sempre tiene que ser juego o risa, pero hay que entender el juego como los desafíos que se plantean, y en el caso de la educación, el desafío por aprender, el estimular el espíritu. De todos modos, tendrés presente esto, que me parece que es parte del sentido común que se levanta contra la incorporación de juegos o del humor en la educación
En fin, igual me gustó que me diera rabia algunas partes. Provoca el artículo este.
Etiquetas: educación, innovación
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