1/17/2008

Seda


Estaba botado en el suelo, cuando José Luis Flores -mi amigo- decidió rescatarlo y prestármelo. Léelo, te va a gustar.
Seda, de Alessandro Baricco, es un libro bello. No sé si será la nostalgia de tiempos pasados, de lugares insólitos o de historias lejanas, pero sin duda es un excelente nombre pues así como en El Perfume todo se huele, aquí todo es tan suave, delicado, vaporoso y hermoso como una seda.

Hay un personaje que me parece fascinante por su brillantez de mirada, de hacia dónde hay que ir, Baldabiou.
Rescato esta descripción de un personaje admirable
"Baldabiou era el hombre que veinte años atrás había llegado al pueblo, se había encaminado al despacho del alcalde, había entrado allí sin hacerse anunciar, había depositado sobre su mesa una bufanda de seda de color dorado y le había preguntado

-¿Sabéis qué es esto?

-Cosas de mujeres
-Error. Cosas de hombres: dinero.

El alcalde hizo que lo echaran a la calle. Él construyó una hilandería junto al río, una canaña para la cría de gusanos de seda al abrigo del bosque y una pequeña iglesia consagrada a Santa Inés en el cruce con la carretera de Vivier. Contrató a una treintena de trabajadores, hizo llegar desde Italia una misteriosa máquina llena de ruedas y engranajes, y no dijo nada más durante siete meses. Después volvió a ver al alcalde, depositando sobre su mesa, bien ordenados, treinta mil francos en billetes grandes.

-¿Sabéis qué es esto?

-Dinero
-Error. Es la prueba de que eres un idiota.

Después los recogió, se los metió en la bolsa y se dispuso a marcharse.
El alcalde lo detuvo.

-¿Qué demonios tengo que hacer?
-Nada y seréis el alcalde de un pueblo rico.

Cinco años después Lavilledieu tenía siete hilanderías y se había convertido en uno de los principales centros europeos de cría de gusanos y de producción de seda. No todo era propiedad de Baldabiou. Otros notables y terratenientes de la zona le habían seguido en aquella aventura empresarial. A cada uno de ellos Baldabiou le había revelado, sin más problemas, los secretos de su oficio. Eso lo divertía mucho más que ganar dinero a espuertas. Enseñar. Y tener secretos que contar. Así era aquél hombre."


Desde aquí pueden encontrar otros fragmentos del libro, pero mejor es comprarlo o compartir alguno.

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

hola..estoy estudiando español en un universidad,y me gusta el español bastante..aunque no puedo entender todos que usted escribío .....

1/18/2008 11:36 a. m.  

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